|Manuel Vázquez Gavira afirmó tener ya diez reses reservadas para la villa |
Tras dos años en blanco las Jornadas Taurinas de la Peña El Encierro volvieron ayer en su vigésimo séptima edición con Manuel Vázquez Gavira, titular de la ganadería portuguesa Condessa de Sobral, como invitado, y con el presidente de la peña, Francisco Salamanca, como moderador.
Vázquez manifestó su deseo de volver este año a participar en los encierros de Cuéllar. Así señaló haber recibido ya dos visitas del alcalde de la villa a la finca, y dijo tener reservados diez toros “y si hay hueco estaremos aquí encantados”, manifestó. Y es que el año pasado Condessa de Sobral sí estaba anunciada en la villa pero la suspensión de los encierros hizo que solo se organizaran tres corridas, eso sí el alcalde, Carlos Fraile, señaló su compromiso de visitar la ganadería en el último trimestre del año y reseñar una corrida. Ahora queda esperar a la presentación de los festejos de este año para comprobar si la ganadería portuguesa estará presente.
Vázquez lleva siete años al frente de esta ganadería que adquirió a Álvaro Domeq. Su finca Herdade dos Montezes se encuentra en la localidad portuguesa de Beja, en el Alentejo. Una ganadería en origen más conocida por los portugueses que por los españoles, a la que su presencia con novillos en los festejos cuellaranos de 2016, 2018 y 2019 le ha dado un reconocimiento que el propio Vázquez confirma. Así señala que haber estado en los carteles de Cuéllar ha significado “casi todo” para ellos, ya que les ha abierto las puertas de otros lugares en Francia, en Peralta…
El ganadero señaló que le sorprendió conocer y vivir en primera persona los encierros de la villa. Sobre la influencia del encierro en la lidia apunto que “es un riesgo y supone un esfuerzo para el animal”, aunque afirmó que los tres años que ha participado no le ha ido mal. Aseguró que los directores de encierros le dan mucha confianza y también se la da el hermanamiento con los mansos en las fincas. Unos mansos que en Portugal también utilizan y de manera especial lo han hecho para mover las reses que después vinieron a Cuéllar.
Este año la pandemia ha hecho que no sean novillos sino toros los que la ganadería vaya a lidiar.