| Por Francisco Salamanca | · | Fotos: Gabriel Gómez|

Primera de la que se ha llamado, miniferia cuellarana de primavera. Toros de Partido de Resina aplaudidos de salida, en general, de presentación correcta. Por encima, el sexto y el sobrero que se lidió por devolución del quinto, y por debajo, el tercero, protestado por aparente falta de integridad de pitones. Tarde agradable con media entrada sobre el aforo permitido. Los toros, que adolecieron de casta, recibieron catorce varas y una lidia que, en nada, favoreció sus expectativas.

Nobles el primero, segundo y sexto, manejable el tercero, peligroso el cuarto e inválido el quinto, devuelto. El sobrero salió cruz, un regalito. Javier Castaño, de obispo y oro, silencio y silencio, Morenito de Aranda de catafalco con cabos blancos, pitos y saludos desde el tercio, con división de opiniones. Noé Gómez del Pilar, de verde y oro, silencio y pitos. Destacaron en banderillas, Joao D. Ferreira y Fernando Sánchez. La corrida fue retransmitida en directo por Telemadrid.

La banda municipal, en el mejor nivel, fue aplaudida al finalizar el festejo.

El salmantino, Javier Castaño, lució en el caballo a su noble y soso primero, al que tanteó por ambos pitones sin decisión. Muleta a media altura y despegado en el embroque, mató de estocada trasera atravesada. Leve petición y silencio. El cuarto le desbordó desde el capote y tras un tercio de banderillas para olvidar, el toro se puso imposible con la muleta, derrotes y gañafones, por doquier. Pinchazo, estocada defectuosa y dos descabellos. Silencio.

Morenito fue aplaudido, en el segundo, por los primeros lances de capote y un excelente cambio de mano en los inicios de la faena de muleta, y ahí se acabó. Tres entradas buscando el morrillo que la valieron los pitos del respetable. El quinto salió renqueante de chiqueros, le aguantó el presidente, en el primer tercio, ante la protesta airada del tendido, pero el toro se derrumbó en banderillas y los mansos lo devolvieron a los corrales. El sobrero, un toro pedrajeño, manso y engallado, que fue bravucón en el primer encuentro con el del castoreño, creó el pánico en la cuadrilla del arandino y un sainete con los aceros, incluido un espadazo costillero, que jamás vi en otra plaza. ¡Un mal trago!, que parte del público compensamos haciéndole saludar desde el tercio.

Noé Gómez del Pilar recibió a su primero, de hinojos, con dos largas cambiadas. Ya sobre los pies, su lidia fue errática, lejos, muy lejos de sus toros. El sexto, que fue el toro con la embestida más larga del encierro, se fue al desolladero sin torear. Dos bajonazos infames acabaron con sus oponentes.

La corrida no fue buena, pero en modo alguno fue aburrida.

La corrida no fue buena, pero en modo alguno fue aburrida. La variedad de comportamientos en los toros mantuvo el interés, pero las actuaciones de los toreros no estuvieron a la altura. La presidencia no debería permitir, en esta plaza, que el primer tercio se acometa con un solo picador, cuando lo reglamentario es que estén los dos.