Ayuntamiento de Cuéllar. | Foto: Gabriel Gómez|
| Por Ángel Carlos Hernando |

A pocos días vista de la toma de posesión de los concejales electos, y la consiguiente proclamación del alcalde, poco o nada más que rumores y conjeturas acerca de la gobernabilidad de la villa, trascienden al pueblo soberano. Tal vez sea lógico, en parte, que las negociaciones o las posibilidades de gobierno se lleven a cabo con discreción, a fin de evitar innecesarias injerencias. Unas horas de espera para conocer quienes gestionarán unos recursos escasos.

Frente a esta incertidumbre se oponen certezas invariables a corto plazo. En primer lugar, nuestro sistema democrático, limpio y transparente, legitima a cualquier partido político con representación a revindicar su derecho a gobernar. En nuestro municipio, a tenor de los resultados, se intuyen tres posibilidades reales. El Partido Popular podría gobernar en minoría ideológica, ya que algunos asuntos invitan a una irresistible unanimidad; pero dada la respuesta negativa sistemática, artificialmente instalada en nuestro país,  de la oposición a cualquier tipo de propuesta gubernamental, nos encontraríamos ante cuatro años muy precarios.

Tal vez, por aquello de la estabilidad política, lo ideal sería un pacto entre los dos grupos de izquierdas; otra cosa será la salud de la que goce la coalición dado el precedente y que la mayoría de la composición humana de la misma sería idéntica a la anterior.

El escaso margen temporal entre la celebración de los comicios y la composición de los gobiernos dificulta la elaboración de un programa común, por lo que las formaciones integrantes deberán resolver sus diferencias sobre la marcha, lo que exige una complicada disposición.

Una tercera vía podría llevar al Partido Socialista a gobernar en solitario, situación inversa, pero a la vez idéntica a la primera, que dejaría a IU en una situación decisoria compleja. En cualquier caso, se prevén cuatro años políticamente difíciles, salvo que se dé una altísima capacidad negociadora en uno u otro sentido, de la cual saldríamos ganando los ciudadanos. En horas la solución; a medio plazo resolución.