| Texto y fotos por César Quintanilla |

Las dulzainas callaron, los tamboriles duermen, vuelven los pañuelos rojos al cajón de “los toros”, donde los guardamos con mimo y cariño, un año estarán en duermevela esperando ansiosos salir ese último fin de semana del mes de agosto.

Y al igual que esos pañuelos rojos, volveremos a vibrar en el Pregón, viendo la Virgen del Rosario pasar, escuchando el nombramiento de damas de honor, corregidora y pregonero, oyendo esa frase… ¡Ayuntados y de común acuerdo…!. Un año ha de pasar para como aquella película de Garci, `Volver a empezar´, nuestras piernas a órdenes del corazón comiencen a bailar esa jota mayúscula, la nuestra, la del `A por ellos´.

Cansino y despacio subía yo por la calle San Pedro, me paré a la altura del bar que fue El Sotanillo, entonces aun siendo casi la media noche, se abrieron las puertas de la memoria, recostado junto a la pared no quería seguir camino de la Plaza Mayor, era eso volver a empezar, volver a recordar el significado de porqué nos agrada tanto esa fiesta de Los Toros.

_¿ Qué pasa Cesar, te cuesta subir ?, escuché decir a nuestro amigo José Manuel Llorente Mateo.

_Si te digo la verdad, subo la cuesta despacio para saborear todos los recuerdos que me trae.

Esa fue mi contestación, él puede corroborar que mi entusiasmo y flaqueza eran culpa de los recuerdos.

Los Toros, así denominamos muchos la fiesta, “por toros te vi”, “por toros vendrás”, “por toros volveré”, y por toros muchos rincones se llenan de abrazos, de encuentros, de alegrías y a veces de penas. Abrazos entre talanqueras, es una parte tan o más importante que jotas, ruedas, o encierros, los encuentros ya no de familia, sino de amigos o amigas, quintos y quintas, antiguos compañeros de trabajo e incluso de escuela, nos traen a la memoria las mil y una peripecias que en el pasado vivimos juntos y que el presente por cosas de la vida, nos ha llevado a destinos diferentes, lejanos.

Abrazos entre talanqueras, demuestra el principal componente de la palabra amistad, un abrazo o beso, es un reconocimiento especial y el resultado de la empatía social que nos caracteriza.

¡Los amigos, así como tú, como yo, de toda la vida, pocas veces se ven como tú, como yo y nunca se olvidan…!

Podría seguir diciendo… ¡Y sin querer me cruzo en toros contigo, me da gusto decir en Cuéllar tengo un amigo!

Y al calor de esos buenos momentos pasados con abrazos entre talanqueras, comenzamos la cuenta atrás y que llegue El Pregón de 2024.