El entrenador del FS Cuéllar, Antonio González, da indicaciones a sus jugadores durante un tiempo muerto. | Foto: Gabriel Gómez |
| Por Juan Antonio Nieto |
El FS Cuéllar volvió de vacío de su desplazamiento a Valladolid en un partido que se llevó el equipo que puso más ganas sobre la pista. No le ha sentado bien el parón navideño al conjunto de Antonio González porque en dos partidos tras la Navidad ha perdido casi todas las opciones de quedar entre los dos primeros clasificados.
El partido de este sábado fue un déjà vu del de la jornada anterior. Poca intensidad, goles en propia puerta y expulsiones tontas que impiden lograr algo positivo.
Desde el comienzo se vió a un Valladolid Sport Sala mucho más metido en el partido y ya en el minuto 2 lograba el 1-0 al recoger Nacho el rechace de una parada de Use al saque de una falta directa. Los cuellaranos no estaban cómodos en la pista aunque con la entrada de las primeras rotaciones fueron igualando el partido y teniendo alguna llegada al igual que los locales.
Piti daba el primer aviso serio en el 6 y un minuto después Javi empataba el choque. A partir de aquí el partido se volvió más tosco con ambos equipos alternando dominio y ocasiones. El 2-1 llegó en el último minuto de la primera mitad en un saque de banda que pegó en la cadera de Davicillo. Gol de mala suerte similar en forma y minuto que la anterior jornada. Con el resultado de 2-1 se llegaba al descanso.
Segunda parte
El inicio de la segunda mitad fueron los mejores minutos del FS Mariano Rico Cuéllar con varias llegadas claras en las que David y la mala puntería evitaron el empate. El acoso visitante obtuvo su recompensa en el minuto 5 de la reanudación. Pesque se encontraba un balón suelto en el área vallisoletana para fusilar la red local estableciendo el 2-2. Aprovechando la inercia los cuellaranos continuaron buscando dar la vuelta al resultado, teniendo dos oportunidades para lograr el 2-3 pero de nuevo la falta de acierto lo impidió.
Tras este prometedor inicio de segunda mitad el partido se volvió a equilibrar con el equipo local bien pertrechado atrás, buscando el juego directo y las contras. Mientras, el Mariano Rico disponía de mayor posesión de balón pero sin ideas para penetrar en la bien armada defensa pucelana.
Se llegó a los últimos siete minutos de encuentro con los cuellaranos ya con la quinta acumulativa en su casillero y con algunas decisiones arbitrales al menos discutibles. Una de ellas fue cuando señalaron la sexta falta a los visitantes en una acción en la que Sancris no llegó a contactar con el jugador azulón pero los colegiados decretaron el doble penalti. Lanzamiento de diez metros que Rodri convertía en el 3 a 2 en el minuto 35.
A partir de aquí Antonio González sacó el portero-jugador en busca del empate. Pero un minuto más tarde en un cambio mal realizado por los cuellaranos Sancris veía la amarilla. Y lo peor fue que los colegiados mostraban la segunda amonestación a Davicillo en una acción absurda.
La inferioridad la aprovechó el Valladolid para hacer el 4-2 que mató el partido, puesto que un conjunto visitante desquiciado cometía un error en el juego de cinco que dejaba el 5-2 a placer a Nacho. Sí que tuvieron los verdecillos un par de ocasiones para recortar diferencias. Pero lo que llegó fue el 6-2 ya dentro del último minuto con otro robo en el juego de cinco transformado por Óliver.
Mucho debe mejorar el FS Mariano Rico Cuéllar para revertir la mala dinámica con la que ha empezado el 2024. El próximo sábado los cuellaranos reciben al siempre complicado Cistierna ante su afición tras casi un mes sin jugar en Santa Clara.
