Teatro Antares, de Olombrada, cosechó un rotundo éxito en el estreno de su último trabajo “Tres”, una obra de Juan Carlos Rubio que el grupo aficionado presentó ayer domingo en la sala cultural Alfonsa de la Torre, de Cuéllar. El humor, la maternidad, la amistad… son algunos de los temas que se abordan en esta obra.

En ella, tres amigas que no se han visto desde que terminaron sus estudios en un colegio religioso tres décadas atrás, se reencuentran con la excusa de una cena de antiguas alumnas a la que solo ellas están invitadas. Una vez allí se ponen al día del devenir de sus vidas, que han transcurrido por caminos muy dispares: una es una millonaria estrella de televisión que no ha encontrado la felicidad en la fama ni en el dinero de que presume; otra es una abogada divorciada que intenta dejar atrás, a base de dieta y cirugía, el complejo de obesa de su infancia y la otra es una funcionaria del Estado, obsesionada porque en su cuarto de baño no cabe sino un plato de ducha, triste, que no consigue olvidar a su marido fallecido seis años antes.

A pesar de que sus experiencias han sido tan distintas, el resultado es común: la soledad y la frustrada intención de haber sido madres. Más cerca de cumplir cincuenta años que cuarenta, consideran que es demasiado tarde para hallar al hombre ideal con el que tener un hijo. Pero espontáneamente surge la idea de encontrar a un hombre que insemine a las tres; el candidato ideal, concluyen, es José Ramón, el hijo del bedel que trabajaba en su colegio y que cada mañana las saludaba.

El grupo de teatro Antares durante la representación de la obra "Tres" en la sala Alfonsa de la Torre.

El grupo de teatro Antares durante la representación de la obra “Tres” en la sala Alfonsa de la Torre. |Fotos: Gabriel Gómez|

La sala colgó el cartel de “no hay billetes”. Unas 150 personas completaron las butacas de la “Alfonsa de la Torre” para asistir a la representación interpretada por Marta Díaz, Celina Herrero, Encina de la Fuente y Julio J. Valentín y dirigida por el cuellarano Fernando Cárdaba, que consiguieron hacer que la cerca de hora y tres cuartos que duró la función se le hiciera corta a los espectadores, que correspondieron con un largo y sonoro aplauso final.