| La Cofradía eligió a cuatro de los cofrades que ostentarán las varas perpetuas |

| El acondicionamiento de la torre de San Esteban, la sustitución de la peluca del niño y del símbolo de las varas son los proyectos de futuro |

| Fotos: Nuria Pascual y Gabriel Gómez|

El toque de campanas y el sonido de las dulzainas marcaba a las 5 de la tarde el inicio de la procesión con la imagen del Niño de la Bola, la segunda de este 2023. Una procesión que estuvo acompañada por la niebla ya desde su ascenso por la calle Colegio hacia la iglesia de San Esteban, sede de la imagen.

El Niño vestía un traje distinto al del 1 de enero. En tela adamascada y bordado en oro, fue obsequio de una de las cofrades, Azucena Fraile.

El recorrido contó con mayor número de danzantes y de público que en ediciones anteriores y al ritmo que marcaban las dulzainas de los Hermanos Ramos resonaban también las tradicionales tejoletas que acompañan a la imagen cada 1 y 6 de enero.

En la calle Palacio se realizó parada obligada en la sede original de la imagen para entonar villancicos, los últimos de esta Navidad. Los Peces en el rio y Alegría, alegría marcaron la parada en la que también se rezó la oración al Niño de la Bola. Ya con niebla cerrada la imagen abandonó el templo para iniciar el camino de retorno a San Miguel por las calles Palacio, Duque de Alburquerque y Morería, hasta llegar a la plaza Mayor.

Desde la cofradía se ha resaltado este año la importante afluencia de público en las dos procesiones, y de manera especial la participación de danzantes ya que se llegaron a contabilizar hasta 30 parejas. También se ha mostrado su agradecimiento hacia el mayordomo, Fernando Arranz, hacia la parroquia de la villa y hacia el farmacéutico César Cabrerizo que obsequió con caramelos sin azúcar para repartir en las procesiones.

 

Varas perpetuas

Concluidos los actos, ya en el centro parroquial durante el vino español que ofrece la cofradía, se llevó a cabo la elección de las varas perpetuas tras la aprobación de la propuesta el pasado 1 de enero por parte de los cofrades. Así lo anunció el mayordomo pidiendo opinión sobre quienes podían ocupar esos cargos. La primera vara se propuso para Juan Pablo de Benito, mayordomo de 2019 y que ha permanecido en el cargo hasta  2021 a causa de la pandemia. Para la segunda se propuso a Ramón Olmos, a Jesús Escribano para la tercera y la cuarta para Juan Carlos Llorente. Queda pendiente de adjudicar la quinta vara el próximo año.

La vara perpetua se ostentará “de por vida”, causando baja por enfermedad, defunción u otros motivos.

Entre sus cometidos estará velar por el mantenimiento de la Cofradía y sus tradicionales fiestas en honor al Niño de la Bola,  suplir la carencia de mayordomo si algún año no hubiera interesados en el cargo y representar los intereses de la cofradía ante las instituciones.

 

Proyectos

La cofradía se ha marcado una serie de proyectos a desarrollar. El primero será mantener una reunión con el Ayuntamiento, hermano honorario de la cofradía, para hablar sobre la situación de la torre de San Esteban y el estado de las campanas, que según señala Juan Carlos Llorente, están deterioradas por el paso del tiempo.

Otro de los proyectos es el de renovación de la peluca del Niño Jesús, ya que las que posee están deterioradas. Para ello se desplazará hasta la villa un especialista de Valladolid que determinará si las que posee la imagen pueden arreglarse o puede confeccionarse una similar.

La tercera de las iniciativas afecta a las varas, que datan de los años 90 y necesitan que el símbolo que las corona sea renovado.