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|Por Pablo Maderuelo|

Bastan tan solo unos minutos con Laura para descubrir que le gusta enseñar y ayudar a los demás. De hecho, se marchó hasta Ecuador para vivir su primera experiencia como profesora universitaria en cuanto terminó sus estudios de Publicidad y Relaciones Públicas en Segovia.

Como tantas otras personas, llegó el momento en el que Laura tuvo que decidir entre la ciudad o el pueblo. En su caso fue en 2014, al volver de Ecuador para preparar el doctorado. Su pareja vivía y trabajaba en Cantalejo y ella tuvo que decidir si su regreso a España sería con destino en Madrid donde había hecho un Máster de Comunicación y Problemas Socioculturales, o en el pueblo.

Laura pasó sus primeros años en Cantalejo haciendo diferentes trabajos mientras preparaba su tesis. También aprovechó para ampliar la familia. Y comenzó, desde casa, a dirigir trabajos fin de Máster para alumnos de la UNIR.

Fue así como todas las piezas comenzaron a encajar. Laura empezó a darse cuenta, al tiempo que ayudaba a los alumnos de la universidad, de que había muchas personas o pequeños proyectos que necesitaban que alguien les ayudara en su comunicación y en la gestión de sus redes sociales.

“Fui descubriendo que los planes de Comunicación no son necesariamente a gran escala. Que hoy en día, las redes son un filón tanto para crear una marca personal como para las pequeñas y medianas empresas, que pueden llegar directamente a su público”, explica Laura.

Por eso, y al no requerir mayor inversión que su tiempo, su esfuerzo y la cuota de autónomos, reducida durante más tiempo por vivir en un municipio de menos de 5.000 habitantes, se dio de alta como autónoma y puso en marcha un proyecto dirigido a que las empresas pudieran apoyarse en ella para orientar estratégicamente el modo en el que comunican en Redes Sociales.

“La comunicación es una ventana para mostrar las historias del medio rural”

“La comunicación es una ventana que nos permite poner en valor lo que se hace aquí, en el medio rural. Que no hablemos simplemente del producto, sino que contemos la historia de quienes están detrás, qué es lo que mueve a las personas a levantarse cada mañana, etc. Las redes sociales tienen ese poder de conectar y generar vínculos. Nos ofrecen la oportunidad de decirle a nuestro público: si tú me necesitas, aquí estoy yo”, apunta.

Así, al igual que las empresas acuden a un gestor para recibir ayuda profesional para gestionar sus cuestiones administrativas, cree que es importante que, hoy en día, puedan contar al menos con la posibilidad de tener esta colaboración para gestionar su Comunicación y sus Redes Sociales”. “Lo importante es no darle la espalda; saber que esto existe”, dice.

Pero si estas pequeñas y medianas empresas del medio rural acudiesen a buscar ayuda a una gran agencia de publicidad, encontrarían precios desorbitados y, probablemente, enfoques alejados de la realidad del medio rural.

Laura, en cambio, les ofrece cercanía, comprensión, un trato personalizado y el conocimiento del entorno que le da el hecho de haber nacido en Cabezuela y vivir desde hace ya casi una década en Cantalejo.

Desde su web, www.laurasanfelipe.es, Laura ha ido profundizando poco a poco en ese objetivo. Ha ayudado a negocios rurales a entender cómo maximizar los resultados de las Redes Sociales planificando estratégicamente qué es lo que cuentan, cómo lo hacen y qué momentos o mensajes son los más adecuados.

“En algunos casos, gestiono las redes sociales de mis clientes yo misma. Y, en otros, les ofrezco un programa pautado de acompañamiento para que puedan hacerlo ellos mismos y sea compatible con el tiempo que tienen que dedicarle a su trabajo principal”, indica.

Actualmente contribuye con su trabajo al impulso y la visibilidad de sectores tan diversos como el inmobiliario, el ganadero o el de los viajes y es más habitual que reciba propuestas de mujeres que de hombres. En cuanto a los formatos, para ella, si hay uno estrella, ahora mismo, es Instagram.

“Al emprender, es fundamental rodearte de gente similar a ti”

En este camino, considera que ha sido fundamental rodearse de gente como ella, de otras emprendedoras que entiendan dificultades derivadas de emprender como organizarse, motivarse, acotar los servicios, ofrecer un buen trato al cliente, etc. Por eso dice con convicción que “lo mejor, siempre, es pedir ayuda y mantenerse en contacto con gente similar”.

Así, cuenta que “desde el primer momento decidió juntarse con emprendedoras de otras comarcas, quedar con ellas, llamarlas y encontrar una comunidad” y cree que eso ha sido fundamental para afianzar su proyecto.

Ahora, varios años y una pandemia más tarde, Laura quiere seguir mostrando al medio rural las fortalezas de la Comunicación y las Redes Sociales. Y quiere complementar el trabajo que está haciendo, que recientemente ha compatibilizado también con dar clase en la Universidad de Valladolid, con tener contacto directo con la gente de los pueblos y enseñarle de manera más directa.

Prepara ya distintas acciones formativas con entidades como Honorse o la Cámara de Comercio de Segovia. Y espera poder colaborar con otras instituciones y poder “salir un poco de Instagram para entrar en el aula”.

Unirá así sus pasiones. Y, lo más importante, podrá hacerlo desde Cantalejo, el lugar en el que un día decidió desarrollar su proyecto de vida.

 

Sobre Pinariegas

Pinariegas es una iniciativa desarrollada por el Grupo de Acción Local Honorse Tierra de Pinares en el marco de la Estrategia de Emprendimiento de la Mujer en los ámbitos Agrario y Agroalimentario dirigida a dar visibilidad a proyectos innovadores de la comarca y a difundir las oportunidades que este sector supone para la creación de nuevos proyectos y la fijación de población.