| Ambos contagios se han producido en el ámbito familiar por el contacto mantenido con un trabajador de la empresa avícola de Íscar en la que se desencadenó un brote |
Hoy se ha confirmado el resultado PCR negativo en las pruebas realizadas a los 27 usuarios de la residencia Virgen del Rosario de Sanchonuño, tras el positivo en COVID-19 detectado en dos de las trabajadoras del centro. Ambas trabajadoras se han visto afectadas por el brote de la enfermedad detectado en la localidad vallisoletana de Íscar ya que un familiar con el que han tenido contacto es trabajador de la empresa avícola donde comenzó el brote.
Rufino Catalina, gerente del grupo Sergeco, encargado de la gestión de la residencia, ha señalado que en cuanto tuvieron conocimiento del contacto de las trabajadoras con un afectado éstas dejaron de acudir al centro para prevenir el contacto con los residentes y el resto de trabajadores, aunque apuntó aplican estrictos protocolos y disponen de medidas de seguridad y protección para evitar contagios.
Confirmados los positivos de las trabajadoras se determinó hacer la prueba PCR a todos los usuarios, una prueba que realizaron ayer y de la que hoy han conocido los resultados que son negativos en todos los casos. La próxima semana les realizarán una nueva PCR de control.
“Hasta ahora todos los protocolos y medidas del plan e contingencias han funcionado a la perfección”, afirma Catalina añadiendo que prueba de ello es el resultado negativo de las pruebas PCR realizadas ayer. Entre los residentes no hay ninguna sintomatología compatible con la enfermedad, mientras que las trabajadoras afectadas se encuentran asintomáticas.
En todo momento desde la residencia se ha informado a los familiares de la situación y de los pasos seguidos.
Con anterioridad a esta situación y como medida de prevención la residencia ya había cerrado sus puertas a las visitas de familiares que se realizaban en el exterior con mampara de protección y con una distancia de 4 metros entre residente y familiar. En previsión a que la pandemia pueda prolongarse cuando las temperaturas bajen, van a instalar unas casetas con accesos independientes para residente y familiar y una mampara entre ambos, para poder así dar continuidad a las visitas. Esta medida está dentro de la remodelación de las instalaciones que han llevado a cabo desde que se hicieron cargo del centro, y que les ha permitido pasar de 19 a 27 residentes.
En el día a día se extreman las precauciones y se han establecidos turnos en el comedor y otras actividades, haciendo que la distancia entre ellos alcance hasta cuatro metros
Por el momento no van a reanudar esas visitas y se han aplazado tres nuevos ingresos que tenían pendientes.