|En total la inversión será de 438.529 euros de los que 219,264 serán aportados por la Diputación |
| Las ayudas máximas son de 2.100 euros y la menor subvención ha sido adjudicada a San Cristóbal de Cuéllar, que percibirá 308,50 euros |
Entre las muchas cuestiones que el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, está pudiendo certificar en sus diferentes visitas a los pueblos de la provincia es la buena acogida y el buen resultado que la convocatoria de ayudas destinadas a la adquisición de mobiliario urbano, que la Diputación pone en marcha cada año desde su Área de Acción Territorial, está teniendo en los pueblos de la provincia, que en cada nuevo ejercicio mejoran el aspecto de sus espacios públicos exteriores mediante la renovación de vallados, bolardos, señales o papeleras.
Por ello, en este 2022, el Área que dirige Basilio del Olmo ponía en marcha una nueva convocatoria de subvenciones cuya resolución era aprobada esta mañana por la Junta de Gobierno de la Diputación, estableciendo en un total de 172 la cifra de pueblos beneficiarios de las mismas. Por lo que respecta a la cantidad presupuestaria total aprobada para este fin, el órgano provincial daba el visto bueno a 438.529,95 euros, de los cuales la institución presidida por Miguel Ángel de Vicente aportará 219.264,91 euros en ayudas que oscilarán entre los 308,50 euros que percibirá San Cristóbal de Cuéllar para la adquisición de vallas de protección que cubrirán el perímetro de la iglesia y los 2.100 euros que les han sido adjudicados a un importante número de las localidades de mayor población de la provincia, como Valverde del Majano, La Lastrilla, Cuéllar, Riaza, el Real Sitio de San Ildefonso o San Cristóbal de Segovia, entre otras, que tienen prevista la compra de elementos como paneles informativos, analógicos y digitales, mesas de picnic, aparcabicicletas, bolardos de acero, atriles o pilonas.
Para la Diputación, tal y como confirma su presidente, “estas subvenciones, que pueden parecer menores comparadas con otras de mayor cantidad o envergadura, son determinantes a la hora de proporcionar a los ayuntamientos los recursos necesarios para ir haciendo de sus pueblos lugares acogedores y atractivos, tanto para una población fija como para una población estacional, además de para aquellos turistas que, en un momento determinado, puedan visitar estos pueblos y encontrar en ellos las prestaciones necesarias para pasar un día de pícnic o una estancia tranquila, sugestiva y confortable”.
Estas ayudas garantizan a los consistorios la financiación necesaria para la adquisición de mobiliario rutinario, como jardineras, papeleras, farolas o bancos y también para la compra de otros elementos menos comunes, pero que también contribuyen al desarrollo de los municipios, como cerramientos de contenedores, relojes o fuentes.
