Viernes, 19 de Abril del 2024

El Mirador

Las mejores fiestas del mundo (o casi)

Reses del encierro en las calles de Cuéllar. | Foto: Gabriel Gómez | | Por Pablo Quevedo Lázaro | De joven, o sea cuando era más joven que ahora, yo también padecía el convencimiento de que las fiestas de mi pueblo eran las mejores del mundo mundial. No se podían comparar con las de ningún otro sitio y mucho menos con las de las localidades vecinas. Eran las más en

La Virgen de la Cueva

| Por Ángel Carlos Hernando | Que nunca llueve a gusto de todos, quizá sea la sentencia más irrebatible que pueda ofrecer el refranero español.  Además contiene cierto aire de futuro porque, con toda seguridad, no lo hará. Y menos cuando de divertirse se trata; ya que cada cual lo hace de manera diferente. Refiriéndonos al periodo festivo que acabamos de cerrar en nuestra localidad, con un más que dudoso

Volver a empezar

| Por César Quintanilla | Encarna Paso y Antonio Ferrandis fueron los protagonistas de esa hermosa película de José Luis Garci, basada en un retorno y precisamente a tierras astures. Volver a empezar, es volver a estudiar en cátedras muy diferentes a todo lo que aprendimos en nuestra época de estudiantes y también en el transcurso de nuestra vida cotidiana. Una vida en muchos de los casos inimaginable, diferente a

Leyes sobre el incendio en los pinares

Ley lxiiii. | Por Julia Montalvillo | Uno de los capítulos más importantes de las ordenanzas de 1499 es el dedicado a los pinares, tratado en 60 de las 199 leyes que las componen (de la ley 45 a la 105). Regulan todo lo referente a su aprovechamiento, cuidado e incendio. Los incendios forestales es un asunto que ha preocupado en grado sumo a las autoridades concejiles desde la segunda

Cuéllar, las Edades y los encierros

|Por Pablo Quevedo Lázaro. Periodista | Los cuellaranos siempre han sentido la fiesta de los encierros como un reflejo de su acervo cultural, un compendio de tradición, el argumento que reafirma su identidad, la mejor muestra de lo que son como pueblo que respeta y mima su pasado para proyectarlo al futuro, salvando todos los obstáculos que la nueva modernidad quiere imponer. Los encierros siempre han sido su bandera allí

¿Y ahora qué?

| Por César Quintanilla | Difícil respuesta a una pregunta tan sencilla como las tres palabras que la componen. El interés por la respuesta se esfuma como una nube tras un sol radiante. Una incógnita que se amolda a la pasividad, al desánimo y despreocupación… ¡Ya se verá!, ¡Quizás se arregle!, ¡Que pague el culpable!, ¡Qué vamos a hacer!. Son tantas las circunstancias y tan variadas que no estamos dispuestos

Un cuento por Navidad

| Por César Quintanilla | Sentado en mi lugar preferido del salón y con mis nietas atentas al sonido de mis palabras, quise contarlas un cuento en Navidad. Y comencé como suele pasar ¡cuando yo era pequeño!… Emotivos recuerdos de Navidad que son fruto de tiempos pasados, añoranzas de un tiempo lejano, seres queridos que regresan a la memoria porque siguen en el recuerdo y como amo y señor de

Oficios concejiles privativos de los caballeros hijosdalgo en el siglo XVII (I)

| Por Julia Montalvillo *| | Fotos: Archivo Ducal| Los caballeros hijosdalgo de Cuéllar y su Tierra, eran los descendientes de aquellos primeros repobladores que en los documentos medievales aparecen nombrados como “Caballeros, escuderos, dueñas e doncellas”, es decir la clase alta de la villa, una especie de nobleza sin título. Estaban organizados en ocho linajes, divididos a su vez en dos partidas: La de Arriba, formada por los linajes

El Patio

| Por José Luis G. Coronado | Lo mejor de mi adolescencia está ligado al patio del colegio donde estudié el bachillerato.  La escalinata por la que se accedía, el terraplén que daba a las escuelas municipales, el frontón, la fuentecilla y el peral inmenso que sombreaba la semiladera silvestre, apenas frecuentada por la chavalería, que remataba junto a la tapia que daba a las eras en un sucinto gallinero

Entre dos Amores

|Por César Quintanilla Pascual| Todo quedó en un susto. Era el encierro del martes cuando ese año decidí echar una carrera junto a un primo de Torrelavega que al igual que yo, esto de “Los Toros”, nos traía por la calle de la ansiedad y la morriña. Pensamos que poniéndonos en el Kykox, lograríamos correr delante de los toros a una distancia prudente un buen tramo mientras se aproximaban. El