Un incendio fortuito provocado por una vela ha llevado a las fuerzas del orden a desalojar dos edificios de viviendas de la villa. El incendio se producía en la cocina y el desalojo se ha producido con celeridad ya que la cocina se alimentaba con gas. Todos los vecinos han colaborado en la tarea.

En el interior de la vivienda, el cuarto piso del número 4 de la calle Juan Ramón Jiménez, se encontraba un matrimonio que en esos momentos estaba comiendo por lo que les ha pillado desprevenidos y se han visto rápidamente envueltos en el humo. Un humo que se ha dejado ver por la parte posterior del edificio donde se encuentra el acceso a un supermercado y ha hecho que un trabajador del establecimiento junto a un Guardia Civil fuera de servicio que se encontraba realizando la compra hayan acudido en auxilio de los habitantes de la vivienda. Así han tenido que forzar la puerta principal y entre el intenso humo se han abierto camino para lograr sacar al exterior a los propietarios. Ambos se encontraban en buen estado, visiblemente nerviosos y algo aturdidos por la situación.

El más afectado por la inhalación de humo ha sido el trabajador del supermercado que ha recibido una atención inicial por parte de los servicios médicos pero que se ha incorporado a su puesto posteriormente.

En su ánimo por reciclar la propietaria ha señalado que estaba diluyendo la cera de la vela para separarla del plástico exterior  lo que ha hecho que prendiera de manera fortuita.

Los bomberos de la Comunidad de Villa y Tierra, la Policía Local y la Guardia Civil han acudido al lugar de los hechos donde también se han congregado el alcalde de la villa, Carlos Fraile, y la concejala de Servicios Municipales, Lucía Arranz, alertados del suceso. También ha acudido una ambulancia del 112.

La Policía Local ha señalado a los propietarios que tras la inspección realizada por los bomberos, quitando la cocina, la vivienda estaba habitable, eso si con fuerte olor a humo por lo que tendrían que mantener la ventilación de la misma.