Sala de exposiciones de las Tenerías. | Foto: Gabriel Gómez |
De la mano de la biblioteca de Castilla y León llegan hoy a Cuéllar dos exposiciones que podrán visitarse hasta el 16 de febrero en la sala de las Tenerías y en la sala Alfonsa de la Torre.
Las Tenerías acogerán la muestra ‘Francia una mirada ilustrada’. Caperucita Roja, El gato con botas, La Bella Durmiente, La Cenicienta, El Principito, Los tres mosqueteros, La vuelta al mundo en 80 días… sus personajes forman parte del imaginario colectivo y han hecho volar la imaginación de millones de niños y niñas de todo el mundo. Todos ellos tienen en común su origen francés.
En esta exposición, 26 ilustradores de relevancia nacional e internacional hacen un homenaje a la literatura de Francia ilustrando estos clásicos de la literatura infantil francesa. Entre los autores que han aportado sus trabajos a esta exposición destaca la francesa Rébecca Dautremer, considerada la ilustradora más influyente en Europa en estos momentos. Junto a ella, también participarán los premios nacionales de Ilustración Emilio Urberuaga y Jesús Gabán. Acompañan a estos ilustradores otros autores de gran proyección internacional en estos momentos.
Río Duero
‘Paisajes del Duero’ muestra en la sala Alfonsa de la Torre el trabajo colectivo de los fotógrafos Félix Navarro y su hijo, Rafael Navarro, compuesto por imágenes digitales de alta resolución y analógicas de negativo repartidas en murales. Los Paisajes del Duero nos hablan de la verdadera identidad de sus gentes, de su historia, de lo nuestro, lo cercano y familiar, la propia esencia del espíritu hispano-luso, una tierra construida paso a paso, por historia y leyenda; y sus pueblos, los guardianes de ambas, constituyen un auténtico tesoro rural.
Estos Paisajes del Duero conforman la verdadera esencia de su identidad; son espirales de olores, colores y sabores… que envuelven la percepción y trasladan la memoria a través de los sentidos hacia épocas pasadas. Lugares donde se entierran raíces y nombres, donde el tiempo pasa más lento, donde el alma vive más pura, donde lo físico y lo mental se encuentran sin rodeos, coinciden armoniosamente.