| El conjunto femenino firma las tablas ante el Carbonero y consigue el primer punto del equipo en partido oficial |
| Por Daniel Martín. \ Fotos: Jesús Santana |
El CD Cuéllar femenino ya sabe puntuar. Tuvo que sufrir ante Carbonero el Mayor que apretó con ahínco en la segunda mitad, pero el conjunto femenino sumó un empate, sin goles, en su segundo partido oficial.
No hay premio sin esfuerzo y las chicas del CD Cuéllar Santa Teresa tuvieron que trabajar intensamente durante 90 minutos para lograr un empate ante un rival que las sometió durante muchas fases del encuentro. El inicio fue parejo, con dos equipos que ya habían jugado en un amistoso, y que conocían las fortalezas, pero también las debilidades de su rival. El primer aviso lo daba Sara en un mano a mano que Eva salía con solvencia a por el esférico. El Carbonero tuvo aproximaciones de peligro y un disparo al poste, en la ocasión más clara del encuentro. Las visitantes llevaban el dominio, y poco a poco hicieron retroceder a las cuellaranas a su campo, aunque por fortuna Sandra cuajó una excelente actuación bajo palos.
Justo al filo del descanso Alba, de falta lateral, probó a la guardameta carbonerense, pero Eva volvió a mostrar solidez. Tras el intermedio la visitante María, junto a Jimena, muy activas en el flanco central, generaron mucho peligro a la zaga cuellarana, pero Sofía y Nekane, por dentro, achicaron balones para evitar males mayores. El CD Cuéllar femenino sabía que tenía que sufrir para sacar un punto, y su rival cada vez presionaba más arriba buscando el error, pero las cuellaranas conseguían salir indemnes con el paso de los minutos.
Los cambios desde el banquillo dieron aire a los dos conjuntos, con un esfuerzo físico importante de las chicas, que cada vez tenían menos energía para buscar el gol del triunfo. Carbonero volvió a toparse con Sandra en varias aproximaciones, y cuando el partido tocaba a su fin Emma tuvo el tanto del triunfo. Balón a la espalda de la defensa que cuela Sara, y Emma se plantaba ante Eva, que a media salida, veía como la ariete cuellarana disparaba al palo largo, aunque el balón se escurrió lo justo para acabar cruzando la línea de fondo.